miércoles, 4 de abril de 2012

De Carlos Piccioni

La pensión de Angelita

De lentejas
y tardanzas,
la pensión de Angelita

aun en la brevedad
de los horarios,
por decirlo así
festejábamos la cuadratura de la mesa,
y renegábamos de la dictadura de Onganía,
de la basura
ancestral de las dictaduras.

Nos reunía también
algún poema de Aldo,
que, seguramente, se dispararía
en el tiempo,
el nuestro, el tiempo de todos,
de rubén, juan carlos, alfredo, alberto.

Como enharinados textos vallejianos
nos correspondía esa mesa, esa pensión,
ese énfasis.

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