jueves, 29 de septiembre de 2016

Cotidiana

De la percepción o incluso de la idea de la lluvia
Ir caminando debajo de mi paraguas verde y ver delante, detrás, a los costados de la calle que nadie pero nadie lleva abierto su paraguas (ni siquiera los verdes)


lunes, 26 de septiembre de 2016

De Saer - Manuscritos

“Lo que es mejor a orillas del Paraná que en París.
El pan casero, el aire en invierno, los caballos, el jacarandá florecido, el amarillo y el moncholo, los aromos florecidos, el sol de enero y de febrero, los ríos espesos y entrecruzados, las guitarras súbitas, algún que otro pastizal, las piezas defendidas del sol por cortinas azules, los patios regados al atardecer, las achuras, las canoas, el olor de los paraísos, la arena hirviente, el azul turbio del cielo, la voz de las mujeres, el atardecer sin ruidos, el humo, la soledad, el benteveo, los perros, los campos de maíz, la siesta, los asados, el invierno entero, el barro atormentado de huellas de caballos, los naranjales, el fuego, las mañanas, el recuerdo, los domingos, el zenit, el esperma, la tierra, los detritus, las ocasiones, los juegos, la esperanza, el sonido, la madera, el destierro, la crecida, la seca, los espejismos de agua, las canoas, la muerte, el humus, el otoño, la fiebre, la llovizna, octubre, el sueño, el frío, los papeles, las lágrimas, los nombres.”

                                                                                                                                         
                                                                     Juan José Saer 

domingo, 18 de septiembre de 2016

Recuerdo de facebook, septiembre del 2011

Esta mañana alguien escribe en mi blog que compró en una librería de usados un viejo Lobo estepario y que adentro había un recorte mío de un diario y entonces me googleó y me escribió para contármelo; esta tarde salgo por el barrio desierto y encuentro abandonado en una ventana un libro con una dedicatoria del año 97, cuyo autor es un amigo de Buenos Aires. Quiero saber qué pasará esta noche.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

lunes, 12 de septiembre de 2016

domingo, 11 de septiembre de 2016

Sobre la poesía



Para seguir leyendo
Sobre la poesía:

“(…) *Lo cotidiano que se desfamiliariza,
*un instante ínfimo que se privilegia,
*una escena que se vuelve a mirar desde otro lugar y se resignifica,
*un detalle que se enfoca para decir y adquiere ambigüedad, espesor u otra dimensión.
Con actos perceptivos de este tipo se teje la escritura de la poesía (…)
*Cierta poesía puede permanecer pegada al mundo de los objetos, casi sin adjetivación, generalmente un reaseguro contra la sentimentalidad o la sentenciosidad;
*otro tipo de poesía puede superponer un plano imaginario o un discurrir reflexivo como una necesidad de transpolar lo observado a otro contexto, incluso al revés, partir de una imagen fantástica u onírica donde los referentes del mundo material se distorsionan y aparecen apenas identificables.

En cualquier caso, el hacer poético, la escritura misma, va enhebrando como cristales más o menos reconocibles, dentro de su composición, actos perceptivos que remiten a una subjetividad.

En sus múltiples y posibles escenas de escritura, la poesía resiste al achatamiento de la percepción, la rutina de ver lo mismo, y propone nuevos enfoques, nuevas versiones de lo real activadas por la carga o la descarga subjetiva de quien escribe”.

Alicia Genovese (2011)

                              Citado en: Las aulas de literatura - Editorial Homo Sapiens 




sábado, 10 de septiembre de 2016

Literatura y escuela

(Tomado de mi libro LAS AULAS DE LITERATURA, 2014)

Sección: Para seguir leyendo

Una ficción sobre el objeto libro: “En la segunda página del libro está escrito el nombre de mi madre”. Roberto Bolaño (fragmento del cuento “Carnet de baile”, en el que se ficcionaliza a partir de las lecturas y los libros):

1. Mi madre nos leía a Neruda en Quilpue, en Cauquenes, en Los Ángeles. 2. Un único libro: Veinte poemas de amor y una canción desesperada, Editorial Losada, Buenos Aires, 1961. En la portada un dibujo de Neruda y un aviso de que aquélla era la edición conmemorativa de un millón de ejemplares. ¿En 1961 se había vendido un millón de ejemplares de los Veinte poemas o se trataba de la totalidad de la obra publicada de Neruda? Me temo que lo primero, aunque ambas posibilidades son inquietantes, y ya inexistentes. 3. En la segunda página del libro está escrito el nombre de mi madre, María Victoria Ávalos Flores. Una observación tal vez superficial, contra todos los indicios, me hace concluir que no fue ella quien escribió su nombre allí. Tampoco es la letra de mi padre, ni de nadie que yo conozca. ¿De quién, entonces? Tras observar cuidadosamente esa forma desdibujada por los años tengo que admitir, si bien con reservas, que es la de mi madre. 4. En 1961, en 1962, tenía menos años de los que yo tengo ahora, no llegaba a los treinta y cinco, y trabajaba en un hospital. Era joven y animosa. 5. Los Veinte poemas, mis Veinte poemas, han recorrido un largo camino. Primero por diversos pueblos del sur de Chile, después por varias casas de México DF, después por tres ciudades de España. 6. El libro, por supuesto, no era mío. Primero fue de mi madre. Ésta se lo regaló a mi hermana y cuando mi hermana se fue de Gerona rumbo a México me lo regaló a mí. Entre los libros que me dejó mi hermana mis favoritos eran los de ciencia ficción y la obra completa, hasta ese momento, de Manuel Puig, que yo mismo le había regalado y que entonces releí (…)”.



- "Carnet de baile" está incluido en “Putas asesinas” (2001), libro de cuentos de Roberto Bolaño publicado en Barcelona por Anagrama.