sábado, 25 de mayo de 2019

Poema de José Watanabe

NUESTRA LEONA
Sé que el sol va y viene, inquieto, husmeándome
                                entre los cañaverales.
Sé que se demora en el cenit mirando ansiosamente el valle.
         El sol era nuestra leona.
Una imagen, aun de humilde imaginación verbal como ésta,
va a la mente
         y le pide que condescienda
con el poeta. Es el trato.
Esta vez no, esta vez sólo pido vuestra mirada inmediata y literal:
¿Quién, tan esbelto, salta de la venta a mi tarima
y me levanta de la nuca con sus suaves fauces
         y me lleva al río
                     sino es el sol?
         El sol era nuestra leona.
Un viento cálido me envuelve siendo aquí, en Baja Sajonia, invierno:
es la imagen creando su espacio en mi cuerpo enfermo,
         es el sol que me husmea como a hijo falto,
allá en el norte del país,
         donde me enseñó a caminar empujándome con el hocico. 


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