martes, 13 de noviembre de 2018

Dos poetas


“¿Ves?”, de Attila József

El encendido tren del sol ha rodado
ante mi umbral indiferente.

Vete,
las huellas de tus pies
ya no le duelen.

Hay silencio.
Solamente un murmullo:
doy mi pez hambriento al río.
Un susurro:
doy mi débil pájaro al campo.
Vete,
la flor cubre
sus hojas melladas.

¿Ves?
Ya anochece.


Escríbeme al domicilio verde del verano”, de Izet Sarajlic



Escríbeme al domicilio verde del verano.
Que los besos que me envíes sean las últimas noticias
  de la tarde.

Tengo la cabeza llena de algunos hermosos sonetos
y no hay quien me perdone ni deje de perdonarme.

Ayer escribieron otra vez sobre mi último libro.
Inventaron toda una fábula sobre las influencias.
La influencia más grande sobre mí la ejerció una graduada en
  literatura alemana.
Pero lo callaron, pues ¿a quién puede importarle?

¿A quién le importa que tú seas para mí Honolulú, Madagascar y
  Méjico,
una historia que, columpiándome, recorrí a lo largo y a través?
Tu nombre no ha entrado en ningún diccionario,
no figuras en ninguna enciclopedia, ni en ningún
"¿Quién es Quién?"

Pero para mí lo eres todo, como la cama, las lágrimas,
y la flor en el vaso para el soldado en el primer día de paz.
Tus ojos son mi única lectura
en este día que pasa y se va.


*Attila József (Hungría - 1905/1937)
*Iset Sarajlic (Bosnia, 1930/2002)




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