martes, 7 de septiembre de 2010

De veras peligroso

Beatriz Actis


En cualquier casa normal hay
por lo menos
tres gatas.
Ahora,
Cuando las miro,
Veo que están las tres
durmiendo,
quietas como estatuas,
una en cada uno de los sillones de la sala
(gata gris, gata negra, gata blanca)

Nada más curioso que un gato mirando el mundo



- dos -

Acabo de leer que los gatos siempre juegan,
no sólo los jóvenes
- eso es algo que he comprobado
a través de la experiencia -

y que cuando dejan de jugar, aun siendo adultos,
aun estando seniles,

esa ausencia progresiva
(o repentina)
de juego
es algo
en verdad peligroso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario