martes, 20 de octubre de 2009

Textos escritos en el TALLER


Texto en taller: Silvia Iammarino, a partir de la frase de Kafka: Ante los niños, prefiero cerrar los ojos.


Ante los niños

Silvia Iammarino

En una casa antigua que es la mía apareció una mujer muerta yo la maté la dejé tirada boca abajo en la habitación del primer piso que se usaba para guardar trastos viejos en el piso escrito con sangre podía leer Otelo di vuelta el cuerpo y la reconocí era la criada la revisé no tenía golpes ni heridas de bala cuando llegó la policía había desaparecido no me creyeron por lo tanto yo no era asesina pero recuerdo cómo la corté en pedacitos pasé esos pedacitos por la picadora de carne y le di de comer a los chanchos y a las hormigas.
¡Qué me importan a mí los dioses! ¡Que se vayan al diablo! ¡Ese Dios ha creado al hombre para ser su mono!
Buenas tardes me dice la sombra se sienta en la cama y se recuesta a mi lado la sombra es una nube negra que se introduce en mi cuerpo y me hace temblar los temblores son tan fuertes que tengo una convulsión yo soy la nube negra.
¿Es un estremecimiento? ¿Es una sonrisa? ¿Mamá, dónde estás? Papá dice que no volverás.
También descuarticé al hombre que vino a arreglar el jardín me acechaba pisó las margaritas de papá nunca se lo voy a perdonar se llama Otelo.
¡Tan viejo y tan deforme!
Tengo que comprar tela para las cortinas de las ventanas me gusta la rayada verde seco y anaranjado no tomé las medidas no la puedo comprar la tía Angelita me va ayudar ¿cuántos metros compro?
¡Usted existe para satisfacer la vanidad de Dios!
Dejé la heladera abierta las hornallas encendidas el baño se inundó el piso tiene un agujero negro por donde salen las ratas ¡estoy furiosa! ¡nadie cuida esta casa! Otelo está en silla de ruedas yo lo vi estaba comiendo pizza con los amigos y no me saludó yo quería comer budín de pan.
Si no me quieren hablar, allá ellos.
Anoche dormí en el gallinero y me despertó un tren que chocó contra el tejido.
¡Miren, miren, voy a poner un huevo!
En mi casa se rompieron las escaleras están cortadas por la mitad los hombres que viven en el piso de arriba no pueden bajar y yo no puedo subir la vieja loca que cuida la escalera tiene tres hijos envueltos en papel celofán tienen forma de caramelos uno es verde otro azul y el otro me lo comí me prometió que va a arreglar la escalera tengo que subir a la habitación de los trastos viejos me dejó acunar a los hijos esa vieja loca no lloran los imbéciles.
Ante los niños, prefiero cerrar los ojos, callar y olvidar.
La tía Angelita me explicó lo que es el coito ¡estúpida! Otelo la embarazó a ella y a mamá también pero yo no soy hija de Otelo el viejo deforme es papá.
¡Ojo por ojo, diente por diente! dijo papá y mató a Otelo lo enterramos en el jardín debajo de las margaritas con mi muñeca que tenía el vestidito manchado de sangre a mamá se la comieron los chanchos y las hormigas.
¡No, no me quiero dormir otra vez! ¡No me ponga esa inyección! ¡Por favor! ¡Le prometo que voy a ser buena! ¡Abro los ojos y no puedo recordar!

4 comentarios:

  1. Impresionante. Me encantó. La mezcla de niña y demonio eriza los pelos, y esa catarsis sin signos de puntuación... me gustó muchísimo

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  2. Te lo habíacomentado en un mail....vuelvo a leerlo ......me encantóöó!!! esas imágenes!!! se me superponen, aparecen colores, ruidos......realmente.....muuuuy bueno tu relato Silvia!!!!

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  3. Sil, mente febril y cinematográfica si las hay en el momento de escribir este relato, excelente, a mi no me dá. Ah, extrañamos tu presencia en el taller
    Te esperamos

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  4. si aveces no sabemos que tenemos un niño y tambien un demonio adentro de nosotros y estamos hablando y durmiendo con el enemigo.
    me parece excelente esta historia espeluznante y muy logica sigue escribiendo necesitamos algo que nos haga reflexionar y analizar las cosas que nos rodea

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