lunes, 11 de junio de 2012

Microficción

EL DORADO (Federico Vargas) Date cuenta: las voces de la selva, la respiración del río contra la roca... Todo eso ya no es el mundo. Es sólo un pasadizo, un sendero de vuelta. Hay que ayudar a cruzar a los niños y preparar las sogas para nosotros. Los españoles con sus perros están cerca. Escúchame: que el dolor de las dentelladas en nuestra carne y los escalofríos de placer en la de ellos no sean la misma cosa.

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