Diario de viaje: Agua que fluye a través de las ciudades
Contratapa de "Rosario 12" - Beatriz Actis - 10/9/2012
Canales como callecitas
Ante tantos ríos americanos desmesurados, de
belleza salvaje, la visión de algunos ríos europeos, angostos y –al menos en apariencia-
menos vigorosos, tal vez decepcione al que contempla.
Sin embargo, las ciudades surcadas por
canales, si bien pierden la majestuosidad de un gran río que las atraviese,
muestran sus delgados callejones de agua, en algunos casos también las barcazas
detenidas contra la orilla frente al verde del costado o los muros de
edificaciones soberbias, y siempre, un entramado de puentes que las vuelve pintorescas
y en algunos ocasiones sublimes (como la laberíntica Venecia; puede pensarse
además, y sólo en Europa, en paisajes diversos como los de Ámsterdam, Brujas, Estocolmo, e
incluso en los bächle, esos pequeños canales de agua que atraviesan el casco
histórico de Friburgo, la puerta alemana a la Selva Negra).
Al norte de Londres –ciudad hendida por aguas históricas como las del
Támesis-, en el barrio de Camden, es
protagonista el Regent’s Canal, originalmente diseñado para unir el río con el
Grand Union Canal, ya que traía desde el norte de Inglaterra diversos
suministros para ser exportados. El canal parte de Paddington, marcha a lo
largo de Camden y al final se une al Támesis. Es decir, se puede llegar al
barrio no sólo por tierra sino navegando a través del canal Regent´s.
Un recorrido por Camden quizás puede dar una vaga
idea de lo que fue el Londres punk de los ochenta. Porque junto al Canal, es
protagonista el mercado callejero: en Camden
Town, una larga calle se extiende desde la salida del subterráneo hasta
los canales y concentra la mayoría de los negocios –disímiles, extravagantes- que
dan vida al mercado principal, entre música que surge de los puestos y olores
variados de comidas étnicas.
Como en otros lugares de Londres (y del
mundo), hay pintadas de Banksy en las paredes. El arte urbano de Banksy combina
escritura y stencils. Uno de sus libros –el primero, publicado en blanco y
negro- tiene un título significativo para pensar el arte callejero de la última
década; se llama “Golpeando tu cabeza contra una pared de ladrillo”.
Panamá
La vista –en especial, desde arriba- del canal de Panamá, ya sea de día
o de noche, no deja dudas: la estratégica ubicación del istmo y la
relativamente corta distancia entre los océanos no podían sino motivar durante
siglos la fervorosa idea de construir allí un paso que uniera Pacífico y
Atlántico. (Escribe Neruda en “Historia de un canal”: “…en vez de darte un mar te dio las aguas / de los dos soberanos de la
espuma / y te besa el Atlántico con labios / acostumbrados a besar las uvas /
mientras que el mar Pacífico sacude / en tu honor su ciclónica estatura…”).
En la zona llevaron a cabo reconocimientos desde Colón hasta Hernán
Cortés, pasando por Vasco Núñez de Balboa, ya en la Conquista. En el XIX, von
Humboldt propuso un proyecto de excavación; a fines de ese siglo, Fernando de Lesseps, que había construido con
éxito el Canal de Suez, presentó su propio proyecto.
Tras una historia accidentada y trágica, que se dilata en el tiempo,
atravesada por feroces intereses económicos e intrigas políticas, el Canal se
inauguró en 1914. Antes de su apertura, el paso natural utilizado era el Estrecho de Magallanes, aquí, en el extremo
sur del continente.
Puente sobre un río de Mérida
La
Mérida española (la ciudad tiene homónimos en México y en Venezuela)
está cruzada por dos ríos: el Guadiana y el Albarregas.
El puente romano que aún se
conserva sobre el río Guadiana, considerado uno de los más largos de la
antigüedad, data de tiempos de Augusto; descansa
sobre sesenta arcos de medio punto, tres de los cuales están ocultos en las
orillas. La ciudad fue la capital de la provincia romana de Lusitania.
Hay en Mérida otras ruinas romanas famosas que conforman uno de los
principales y más extensos conjuntos arqueológicos de España,
declarado Patrimonio de la Humanidad por Unesco. El
anfiteatro forma parte de ese conjunto y en él se celebra desde hace décadas,
durante el verano europeo, el Festival de Teatro Clásico.
Los inicios fueron en 1933: ese año, Margarita Xirgu interpretó Medea en
el teatro romano, después de diecisiete siglos de olvido.
Luna sobre el agua
Abajo
apenas se vislumbran los muelles rotos. Naranja encendida.
Dice Esmeralda en Venezuela: A la luna de hoy en Cumaná le falta un pedacito y se la ve muy
blanca.
Dice Mauricio desde El Salvador: En Morazán, la luna está de plata.
(Termina este reporte
de lunas latinoamericanas).
No hay comentarios:
Publicar un comentario