sábado, 26 de febrero de 2011

Olga Orozco

Mujer en su ventana

Ella está sumergida en su ventana
contemplando las brasas del anochecer, posible todavía.
Todo fue consumado en su destino, definitivamente inalterable desde ahora
como el mar en un cuadro,
y sin embargo el cielo continúa pasando con sus angelicales procesiones.
Ningún pato salvaje interrumpió su vuelo hacia el oeste;
allá lejos seguirán floreciendo los ciruelos, blancos, como si nada,
y alguien en cualquier parte levantará su casa
sobre el polvo y el humo de otra casa.
Inhóspito este mundo.
Áspero este lugar de nunca más.
Por una fisura del corazón sale un pájaro negro y es la noche
-¿o acaso será un dios que cae agonizando sobre el mundo?-,
pero nadie lo ha visto, nadie sabe,
ni el que se va creyendo que de los lazos rotos nacen preciosas alas,
los instantáneos nudos del azar, la inmortal aventura,
aunque cada pisada clausure con un sello todos los paraísos prometidos.
Ella oyó en cada paso la condena.
Y ahora ya no es más que una remota, inmóvil mujer en su ventana,
la simple arquitectura de la sombra asilada en su piel,
como si alguna vez una frontera, un muro, un silencio, un adiós
hubieran sido el verdadero límite,
el abismo final entre un hombre y una mujer.

viernes, 11 de febrero de 2011

TALLERES 2011

TALLERES
A partir de marzo, comienzan los Talleres de Lectura y Escritura que coordino en Rosario:
* Lunes de 18.30 a 20.30: Literatura para Niños y Jóvenes
* Martes y Miércoles de 18.30 a 20.30: Literatura para Adultos

miércoles, 9 de febrero de 2011

Lezama

La noche no logra terminar,
malhumorada permanece,
adormeciendo a los gatos y a las hojas.
(...)
El gato está escarbando la tierra,
ha fabricado un agujero húmedo.
Lo acariciamos con rapidez,
pero ha tenido tiempo para tapar
el agujero. Hace trampa
y esconde de nuevo a la noche.

* José Lezama Lima